hará que las dudas desaparezcan. No podemos juzgar un texto antiguo como erróneo porque no se apega a los parámetros impuestos por el conocimiento científico y el desarrollo cultural de la humanidad. Si sabemos qué dijo Dios a los hombres y las mujeres del tiempo bíblico, qué mensaje intentaron comunicar los autores y cómo lo entendieron los receptores originales, tendremos un punto de partida objetivo para llegar a comprender lo que el Espíritu Santo dice a la humanidad actual.
Page 40